Descripción del proyecto
Elizabeth Arias
Los designios de Dios son a veces muy difíciles de entender y aceptar. Nunca imaginé que hace cinco años y nueve meses tendría que vivir una experiencia tan dura como la del fallecimiento de mi hija, Catalina quien era también mi amiga y compañera. Pude compartir tan solo veintisiete maravillosos años con ella.
Cata falleció al día siguiente de dar a luz y nos dejó un tesoro muy grande, a su hijo Alejandro, quien gracias a Dios es un niño sano, inteligente y de muy buenos sentimientos.
A raíz del fallecimiento de Cata y de haber vivido la experiencia con Alejandro de que al morir su mamita no pudo amamantarlo, nos vimos como familia ante la realidad de la importancia que los bebés prematuros tengan leche materna en los hospitales cuando suceden casos así como el de Cata o por otras razones por las cuales sus mamás no puedan darles leche materna.
Y así se crea la Fundación Banco de Leche Humana Catalina Vega, hace cinco años y medio. Empezamos a trabajar con las uñas y hoy día tenemos un gran equipo de mamás fundadoras, donadoras y colaboradoras muy involucradas. A través de los años unas se han tenido que retirar por diversos motivos pero todas han ayudado mucho en esta causa.
La labor de nuestra presidenta, Ingrid Broitman ha sido excelente desde su inicio. Una mujer muy profesional a la cual admiro profundamente y un excelente ser humano con un corazón de oro.
Me siento feliz de saber que mi hija dejó un gran legado. Catalina era una persona muy colaboradora, alegre y entusiasta que se daba a los demás. Amaba su profesión de abogada y le encantaba ayudar al prójimo. Y hoy día lo sigue haciendo desde el cielo guiando a este grupo de mujeres en su empeño de ayudar a los bebés prematuros de Costa Rica que van superando día a día los obstáculos que se presentan en el camino.
Muchas gracias a todas las que ha través de los años han ayudado en esta causa tan noble.